La bodega
Sentir que formas parte de algo grande
Olor a roble, olor a bodega. Mirar las paredes, los pasillos, los toneles… y saber que eres parte de algo que lleva generaciones poniendo en la mesa el fruto de la tierra con sus elaborados vinos.
Porque en Bodegas Antonio Candela no solo estamos, sino que somos. Somos parte presente de su historia, de un proyecto con profundas raíces. También somos el futuro que riega de nuevas ideas y proyectos la copa que representa esta cuarta generación.
Esta bodega es tradición y modernidad, es mirar al futuro desde el respeto al pasado y aprovechar lo aprendido para elaborar unos vinos con madurez, cuerpo y esencia.
Desde la cepa a las barricas, desde el campo a la oficina, desde la viña a la copa, en BAC, el vino es una forma de vida que sentimos desde las raíces.
FRUTOS DE UN MISMO RACIMO
La familia es lo más importante, en Bodegas Antonio Candela lo llevamos en el nombre y en la esencia de todo lo que hacemos.
Además de formar parte de nuestro apellido, ese sentimiento de familia se traslada a todos los que formamos parte de Bodegas Candela, desde los hermanos Candela, Antonio y Alfredo, actual 4ª generación a cargo de la bodega, hasta todos aquellos que dedicamos tiempo, esfuerzo y sentimiento a mantener vivo este legado.
Desde la voz detrás de un teléfono en la oficina, hasta las manos que recogen cada racimo en las viñas, todos somos parte de esta gran familia y ese es el enorme valor que nos impulsa y nos lleva, vendimia tras vendimia, añada tras añada, a ofrecer mucho más que vino, a poner en tu mesa lo que mejor sabemos hacer.
Somos más que un equipo, somos tradición, somos pasado, presente y futuro, somos la familia Bodegas Antonio Candela.
